Después de este paréntesis de varias semanas, otra entrada sobre el mismo tema: el Norte, sus tierras, sus mares y sus hielos.
De hecho, he pasado tres semanas en Groenlandia, donde, curiosamente, me he encontrado con varios equipos de periodistas de distintos países (EEUU, Alemania, Israel). Todos indagando sobre la situación política de Groenlandia, dependencia danesa aunque con un estado de cuasi-independencia. Las preguntas van dirigidas a los mismos temas: el futuro político de la inmensa isla, el efecto del cambio climático, los recursos naturales ... Es un tesoro que ahora todos parecen querer explotar.
Por supuesto, los groenlandeses se han percatado (también el gobierno danés, que no sus ciudadanos). Como muestra, las recientes declaraciones de la responsable groenlandesa del sector financiero y de representación exterior. Para este país en ciernes, el cambio climático podría ser positivo (o eso creen, ya que a la velocidad que lleva el cambio el impacto podría ser nefasto y aún contrario a lo que ellos desearían). Y no miran a Europa para desarrollarse, la mirada está puesta a sus vecinos del suroeste, Canadá y EEUU. Gigantes que podría fagocitar sin el menor esfuerzo a una sociedad pequeñísima (55,000 habitantes) y sin experiencia política.
De hecho, he pasado tres semanas en Groenlandia, donde, curiosamente, me he encontrado con varios equipos de periodistas de distintos países (EEUU, Alemania, Israel). Todos indagando sobre la situación política de Groenlandia, dependencia danesa aunque con un estado de cuasi-independencia. Las preguntas van dirigidas a los mismos temas: el futuro político de la inmensa isla, el efecto del cambio climático, los recursos naturales ... Es un tesoro que ahora todos parecen querer explotar.
Por supuesto, los groenlandeses se han percatado (también el gobierno danés, que no sus ciudadanos). Como muestra, las recientes declaraciones de la responsable groenlandesa del sector financiero y de representación exterior. Para este país en ciernes, el cambio climático podría ser positivo (o eso creen, ya que a la velocidad que lleva el cambio el impacto podría ser nefasto y aún contrario a lo que ellos desearían). Y no miran a Europa para desarrollarse, la mirada está puesta a sus vecinos del suroeste, Canadá y EEUU. Gigantes que podría fagocitar sin el menor esfuerzo a una sociedad pequeñísima (55,000 habitantes) y sin experiencia política.
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